jueves, 17 de febrero de 2011

EL PROBLEMA DE LOS LITIGIOS ENTRE HERMANOS CAPITULO SEIS


TEXTO  1 Corintios 6:1-11

Introducción

Lo ideal en una familia es que todos vivan unidos, apoyándose mutuamente.  Lamentablemente, a veces se presentan pleitos entre hermanos (por negocios, por gastos, por herencias, por el cuidado de los padres, etc.).   En la Iglesia es igual.  Una congregación debe ser como una familia, con todos apoyándose mutuamente.  Lamentablemente, muchas veces se presentan serios problemas entre hermanos – a veces por asuntos de la vida fuera de la iglesia (negocios, préstamos, trabajos, etc.).  La pregunta es qué hacer en esas situaciones.

En este pasaje, Pablo trata el problema de pleitos entre hermanos.


EL PROBLEMA PASTORAL

Pablo inicia este capítulo haciendo una serie de preguntas que señalan un problema serio en la iglesia en Corinto.  ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?  Pablo estaba sorprendido que se atrevía a hacer tal cosa.  Pablo ve en esta acción una serie de problemas pastorales:

i.             Algunos creyentes estaban agraviando a otros creyentes (v.1a, 8).
ii.          No estaban dispuestos a sufrir el agravio o ser defraudados (v.7b).
iii.       No presentaban el problema ante los líderes en la iglesia (v.1c).
iv.        Llevaban sus pleitos ante los incrédulos (v.1b).
v.           Causaban un mal testimonio ante el ‘mundo’ (v.6)

LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA


Pablo, en sus escritos, expone el derecho que las autoridades tienen para juzgar y castigar (ver Romanos 13); durante su ministerio, él también a veces apeló a las autoridades civiles (Hch 25:10-11; 28:19).  Sin embargo, nunca lo hizo para atacar a creyentes, o defenderse de enemigos dentro de la iglesia.

¿Cómo se deben tratar problemas entre hermanos en una congregación?
1. Pleitos Entre Hermanos Deben Ser Solucionado por los Líderes (v.1-5)
2. Los Creyentes no Deben Pelear Entre Sí (v.7-8)



3. Los Creyentes Deben Vivir Vidas Transformadas (v.9-11)

Detrás de los pleitos, entonces, estaba un problema mucho más serio – el problema de injusticia (v.8).  Esto lleva a Pablo a hacerles recordar un punto fundamental: “los injustos no heredarán el reino de Dios” (v.9). 

Para resaltar la gravedad de este asunto, Pablo procede a dar una lista de personas que cometen ‘injusticia’ (v.9-10).  Esto indica la amplitud del concepto de justicia/injusticia en la mente de Pablo.

Pablo reconoce que algunos de los hermanos en Corinto antes cometían tales pecados; sin embargo, les hace recordar del gran cambio que Cristo efectuó en ellos (v.11).  Este cambio incluye:

-      habían sido lavados de sus pecados y de sus malas conciencias.
-      habían sido santificados.
-      habían sido justificados.

A la luz de estas tremendas cosas que Dios había hecho por ellos, en la Persona de Cristo, y por obra del Espíritu Santo, los creyentes en Corinto ya no debían cometer tales ‘injusticias’, afectando negativamente a sus hermanos en la iglesia (v.11). 

(CAMBIO DE TEMA)

EL PROBLEMA DE LA INMORALIDAD SEXUAL




TEXTO  1 Corintios 6:12-20

Introducción

Cada creyente enfrenta sus propias luchas espirituales – tienen que ver con su carácter y crianza, etc.   De igual modo, cada congregación tiene sus propias luchas espirituales – tienen que ver con la gente que asiste, su contexto personal, cultural, etc.

Una iglesia compuesta de judíos, lucharía con temas como la ley, las ceremonias, etc.
Una iglesia compuesta de gentiles, lucharía con los temas que hallamos en 1 Corintios (incesto, litigios, idolatría, etc.).  En este pasaje, leemos de un problema de inmoralidad sexual.

Veamos en primer lugar, el problema en sí; y luego, la manera en que Pablo trata este asunto.


1. EL PROBLEMA PASTORAL

Corinto era un puerto.  Abundaba la inmoralidad sexual.   También había a lo menos un templo, cuyo culto estaba relacionado con prostitutas sagradas.  Por ende, la prostitución era algo tan común y corriente en esa sociedad.

Los creyentes fueron convertidos de ese contexto, pero para algunos el uso de prostitutas seguía siendo una tentación.  Al parecer, no solo algunos creyentes estaban frecuentando a prostitutas (v.15-16), sino que lo estaban justificando, diciendo: “Todas las cosas me son lícitas” (v.12).


¿Cómo trata Pablo este asunto?

2. EL TRATO PASTORAL




a. Establece Ciertos Principios Generales

No todas las cosas “convienen” (v.12a)
El creyente no se debe dejar dominar por ciertas cosas (v.12b).
El creyente debe vivir para el Señor (v.13).   

Estos principios deben regir la vida del creyente.


b. Establece Ciertos Principios Específicos
  • El cuerpo del creyente es ‘miembro’ del cuerpo de Cristo (v.15).  


  •         Al unirse sexualmente con una prostituta, el creyente está negando su unidad espiritual con el Señor (v.16-17).  
c. Da Ciertas Exhortaciones

Huid de la fornicación” (v.18).   
glorificad…a Dios…” – no solo con el cuerpo, sino también con el espíritu (v.20).  


Conclusión



Aunque Pablo escribe hace casi 2,000 años, sus enseñanzas son tan pertinentes y urgentes para la Iglesia del siglo 21.
 





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