viernes, 25 de marzo de 2011

PRIMERA DE CORINTIOS CAP. 8 Y10.TERCER PARCIAL

PREGUNTAS ACERCA DE COMIDA

OFRECIDA A LOS ÍDOLOS (LA LIBERTAD CRISTIANA)




TEXTO  1 Corintios 8:1-13; 10:1 – 11:1


Introducción

Hay ciertos temas de comportamiento sobre los cuales los cristianos no están siempre de acuerdo.  Estos incluyen asuntos tales como si se debe beber bebidas alcohólicas, si se puede escuchar música secular, si se puede bailar, si se puede ir a una discoteca, si se puede armar un ‘nacimiento’, si se puede ir al cementerio el 1 de noviembre, y participar en la comida en honor al difunto, etc.

Para el creyente, hay dos problemas principales:

i.                 La Biblia no es un manual exhaustivo de la ética cristiana.  Por ende, muchos de estos temas no son tratados específicamente en las Escrituras.

ii.             El Espíritu Santo no siempre guía a todos los creyentes a comportarse en exactamente la misma manera.



1. El Problema Pastoral

Aparte del templo de Afrodita, Corinto estaba lleno de templos y altares, dedicados a una gran cantidad de dioses del panteón greco-romano (ver el caso de Atenas, en Hch 17:16, 22-23).  El culto a estos dioses incluía el sacrificio de animales.  En algunos casos, la persona que hacía el sacrificio, invitaba a sus familiares y amigos a asistir a una fiesta en el templo, o en su casa, donde se comía la carne del animal ofrecido.  En otros casos, luego de ser sacrificados en un templo pagano, la carne de los animales era vendida en los mercados de Corinto.  Por ende cuando los creyentes salían a hacer sus compras, era muy probable que la carne que estaban comprando hubiera sido parte de un sacrificio ritual en un templo pagano.  Esta realidad provocó TRES preguntas que plantearon a Pablo.

i.                 ¿Podemos comprar y comer dicha carne?
ii.             ¿Podemos ir a la casa de un amigo inconverso, y comer carne que probablemente    
               fue ofrecida primero en sacrificio a un ídolo?
iii.         ¿Podemos ir a un templo pagano, y participar en una comida allí?

Algunos creyentes en Corinto, al parecer, afirmaban que, dado a que la comida entraba al estómago y luego salía del cuerpo, carne ofrecida en los templos paganos no contaminaba (espiritualmente) la vida de un hijo de Dios.  Uno de los problemas con estos hermanos eran que se sentían tan orgullosos de su conocimiento, que se envanecían, y hacían sentir mal a otros creyentes en la iglesia – los que se sentían incómodos de comer dicha carne.

Pero había otro grupo de creyentes en la iglesia, que antes frecuentaban mucho a los templos paganos, y ahora estaban horrorizados de lo que hacían antes (v.7).  Ellos sentían que no se podía comer dicha carne sin contaminarse espiritualmente.  Uno se imagina las tensiones que estos grupos producían en la iglesia; un grupo, presentándose como los más sabios, y el otro grupo presentándose como los más espirituales.

¿Cómo responde Pablo ante esta situación?


1. El conocimiento envanece, pero el amor edifica (1 Cor 8:1-3)
2. Los ídolos son inexistentes (v.4-6)
3. No hay que ser tropiezo para los débiles (v.7-13)
4. Los creyentes no deben participar de la idolatría (1 Cor 10:1-22)
5. Instrucciones Finales (1 Cor 10:23 – 11:1)

En el v.23, Pablo repite el refrán de 1 Cor 6:12, pero añade que el creyente debe procurar la edificación de los demás (v.24).


a. En Cuanto a Comprar Carne (v.25-26)

Pablo es claro; dado a que los ídolos no existen, el creyente puede comprar y comer toda clase de carne.  La explicación está en el v.26.  El hecho que Dios creó todas las cosas es más importante que el lugar de la procedencia de la carne.  Sin embargo, para evitar problemas de conciencia, Pablo recomiendo no preguntar acerca de dónde vino la carne que se pretendía comprar en el mercado (v.25b).

A los judíos, estaba terminantemente prohibido comer carne que había sido ofrecida a los ídolos.  Ellos tenían la responsabilidad de averiguar el origen de la carne.  Pablo rompe el esquema, y afirma que una vez que la carne haya llegado a la carnicería, perdía su significado religioso (si es que había sido ofrecido a los ídolos).  Por ende, el creyente estaba libre de comer dicha carne, sin tener miedo de alguna contaminación espiritual.  Sin embargo, para evitar problemas de conciencia, era mejor ni averiguar el origen de la carne, sino enfocar sobre el hecho que estaba comiendo algo creado por Dios, por el cual podía dar gracias (v.26).


b. En Cuanto a Comer Carne en la Casa de un Incrédulo (v.27-30)

Bajo el mismo principio enunciado antes, Pablo afirma que si un creyente fuera invitado a la casa de un amigo o familiar incrédulo, también tenía la libertad de comer todo cuanto se le ofrecía (v.27a).  Pero, una vez más recomienda no preguntar acerca del origen de la comida (v.27b). 

Sin embargo, si el amigo le informa que es carne ofrecida a los ídolos (v.28a), será necesario abstenerse de comer; no tanto por la conciencia propia, sino por la conciencia de la persona que lo dijo (v.28b-29).  Al parecer, la idea de Pablo es que si la persona lo mencionó, es porque piensa que un creyente no debe comer dicha carne.  Por lo tanto, para cuidar al incrédulo, el creyente debe abstenerse comer esa carne.


c. En Cuanto a Todo Comportamiento (v.31-33)

Pablo concluye estableciendo ciertos principios fundamentales, que abarcan todo el comportamiento del creyente:

i.                 Hacer todo para la gloria de Dios (v.31).
ii.             No ser tropiezo a nadie (v.32).
iii.         No buscar su propio beneficio (v.33).
 

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