viernes, 7 de enero de 2011

CORINTIOS--CLASE I

CAPITULO 1 PRIMERA EPISTOLA A LOS CORINTIOS.

Christopher
El contexto
Corinto en una época antigua maltrato a los ciudadanos romanos, estos se indignaron y enviaron un ultimátum a Corinto, pero no sirvió de nada.
El cónsul romano, Lucio Mummius Achaicus entró en Corinto sin oposición y se vengó de la ciudad y sus habitantes: los hombres fueron ejecutados y las mujeres y los niños fueron vendidos como esclavos; las obras de arte fueron llevada a Roma y la ciudad fue saqueada y destruida (146 a. C.). Continuó despoblada y destruida unos cien años y su territorio fue entregado a Sición o fue hecho ager* público.
En el año 46 a. C., Julio César, decidió reconstruir la ciudad de corinto  y envió una colonia de veteranos y hombres libres (Colonia Julia Corintia o Colonia Juli Corint o Colonia Julia Corintia Augusta, según las diferentes inscripciones). La ciudad se recuperó (44 a. C.) y cuando Pablo de Tarso la visitó en el siglo I, era una ciudad importante, capital de la provincia de Acaya, y residencia del procónsul de Acaya Junius Gallio.
Pablo de Tarso fundó un grupo cristiano el año 50, al cual dirigió sus epístolas aproximadamente entre el año 54 y 57 d.C.
Corinto tenia un gran puerto comercial, era de mucho flujo de personas por lo cual se convirtió en una ciudad cosmopolita, con muchas doctrinas religiosas, muchos templos y monumentos, de gran desarrollo artístico e intelectual, al Apóstol Pablo no le tocaría lidiar con personas comunes en este sentido.
Tenia en su seno diferentes culturas religiosas, siendo los símbolos religiosos mas prominentes el templo de Apolos y el templo de Afrodita.
Los corintios tenían predicamento de ser sexualmente liberales, a los que contribuía el hecho de tener un puerto con un gran tránsito de mercancías, y por lo tanto, con gran afluencia de marineros de muchos lugares. En el santuario de Afrodita, sito en el Acrocorinto, se practicaba la prostitución sagrada, y tenía más de un millar de heteras esclavas.  Mas tarde, durante el imperio Romano  aun  permanecian estas  caracteristicas  en los coriintos.
Fecha y lugar de redacción
La Primera epístola a los Corintios (=1 Co) fue escrita en Éfeso, donde, según Hch 20.31, Pablo vivió tres años, probablemente entre el 54 y el 57. Mientras estaba allí, los creyentes de la congregación le hicieron llegar, posiblemente por conducto de Estéfanas, Fortunato y Acaico (cf. 16.17), algunas consultas, a las que respondió con la presente carta (cf. los pasajes que comienzan en 7.1, 25; 8.1, y también 10.23; 11.2; 12.1; 15.1).
Propósito
Más o menos por las mismas fechas, «los de Cloé» informaron al apóstol (1.11) de la difícil situación que estaban atravesando los creyentes corintios. Arrastrados por la fanática adhesión personal de unos a Pablo y de otros a Pedro o a Apolos (1.12; 3.4), entre todos habían puesto en grave peligro la unidad de la iglesia.
Además, los antecedentes paganos de la mayoría de aquellos hermanos seguían pesando en la conducta de algunos, y la general corrupción característica de la ciudad dejaba sentir su influencia en la congregación, de manera que incluso en su seno se daban casos de inmoralidad que exigían ser inmediatamente corregidos.
Contenido y estructura
Pablo comienza esta carta abordando el problema de las divisiones internas, amenaza que se cernía sobre la comunidad cristiana como un signo de incomprensión y olvido de determinadas afirmaciones básicas de la fe: que la iglesia es convocada a unidad de pensamiento y parecer (1.10–17; cf. Jn 17.21–23; Ef 4.1–5; Flp 2.1–11); que la única verdadera sabiduría es la que «Dios predestinó... para nuestra gloria» (1.18–3.4), y que solo Cristo es el fundamento de nuestra salvación (3.5–4.5; cf.1 Ti 2.5–6).
En seguida, trata de orientar a sus lectores respecto a otros males que ya estaban presentes en la iglesia, pero cuyo progreso había que impedir sin pérdida de tiempo: una situación incestuosa consentida por la congregación (5.1–13), pleitos surgidos entre los creyentes y promovidos ante jueces paganos (6.1–11), comportamientos sexuales condenables (6.12–20) y actitudes indignas entre los participantes en el culto, especialmente en la Cena del Señor (11.17–22, 27–34).
Junto a todas estas instrucciones, la carta contiene las respuestas del apóstol a las preguntas de los corintios relacionadas con el matrimonio cristiano y el celibato (7.1–40), con el consumo de alimentos que antes de su venta pública habían sido consagrados a los ídolos (8.1–13; 10.25–31) o con la diversidad y ejercicio de los dones otorgados por el Espíritu Santo (12.1–14.40).
Otros textos, relacionados con cuestiones doctrinales y de testimonio cristiano, incluyen amonestaciones en contra de la idolatría (10.1–11.1) y consideraciones sobre el atavío de las mujeres en el culto (11.2–16) y sobre la institución de la Cena del Señor (11.23–26). Notables por su belleza y su profundidad de pensamiento son el poema de exaltación del amor al prójimo (12.31b—13.13) y la extensa declaración acerca de la resurrección de los muertos (15.1–58).
El cuerpo central de 1 Corintios, prologado por un saludo y una presentación temática de carácter general (1.1–9), concluye con un epílogo que contiene breves indicaciones acerca de la ofrenda para la iglesia de Jerusalén, más las acostumbradas salutaciones y notas personales (16.1–24).

Esquema del contenido:
Prólogo (1.1–9)
1. Divisiones en la iglesia (1.10–4.21)
2. Pablo corrige a la iglesia (5.1–6.20)
3. Sobre el matrimonio (7.1–40)
4. La libertad cristiana (8.1–11.1)
5. La vida de la iglesia (11.2–34)
6. Los dones del Espíritu Santo (12.1–14.40)
7. La resurrección de los muertos (15.1–58)
Epílogo (16.1–24)
1 CORINTIOS 1:4-9


Introducción

A veces hay que tratar con iglesias o hermanos problemáticos, donde hay toda una serie de dificultades en sus vidas que confrontar.   Cuando estas dificultades se vienen dando por mucho tiempo, es fácil perder la paciencia, y actuar drásticamente.  ¡Eso es siempre un error!   La tarea pastoral requiere varias cualidades:

-          paciencia
-          sabiduría
-          generosidad

Veamos cómo Pablo manejó esta situación difícil en Corinto.   Es de especial interés ver como inició esta carta difícil, que tenía que escribir:


1. Agradeciendo a Dios por Sus Vidas (v.4)

En vez de comenzar a hablar mal de ellos, o a criticarles, Pablo comenzó dando gracias a Dios por sus vidas.  Noten: Pablo daba gracias siempre por ellos.    Y daba gracias “por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús”.

Aunque fue una buena estrategia, por parte de Pablo, no lo hizo simplemente como táctica diplomática.  Lo hizo de todo corazón.  Seguramente había orado antes de escribir, meditando sobre cómo había sido la vida de estas personas antes de conocer a Cristo (ver v.26-28, y 1 Cor 6:9-11).  Esto lo llevó a comenzar la carta dando gracias.

APLICACIÓN: Antes de amonestar a alguien, por un pecado en sus vidas, es bueno meditar un
                          poco sobre cómo la gracia de Dios se ha manifestado en ellos. 


2. Viendo las Cosas Positivas (v.5-7)

Aunque Pablo tiene cosas muy duras que decirles, comienza enfocando sobre las buenas cosas en la vida de la Iglesia. 

i.                     Fueron enriquecidos en Cristo, “en toda palabra y en toda ciencia” (v.5).  Tenían grandes bendiciones espirituales (ver Efe 1:3).

                       NOTA: “palabra” (‘logos’) parece referirse al discurso de los corintios; su
                                                                 habilidad de comunicar el evangelio verbalmente.

                                 ciencia” (‘gnosis’) refiere al entendimiento que tenían del evangelio.

ii.                   El “testimonio” (es decir, la predicación) acerca de Cristo fue “confirmado en vosotros” (v.6).   Comparar 1 Tes 1:2, 5-10.

iii.                  En la congregación se manifestaban todos los dones espirituales (v.7).
APLICACIÓN: Antes de amonestar a alguien, siempre es bueno detenernos para pensar acerca
                           de las cosas positivas en sus vidas.


3. Afirmando la Fidelidad de Dios (v.8-9)

Aunque Pablo va a tener que llamarles fuertemente la atención, por cosas negativas en sus vidas, y exhortarles al arrepentimiento, él comienza la carta enfocando sobre el accionar de Dios en ellos.

i.                     Pablo expresa gran confianza acerca del futuro de estos creyentes: “el cual también os confirmará hasta el fin” (v.8).

ii.                   Pablo expresa confianza acerca del resultado final: “para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo” (v.8).  Comparar Judas 24-25.
               No eran perfectos ahora, pero lo serían en el día del juicio final.

iii.                  Pablo les anima a ver que es Dios quien va a hacer esta obra en ellos (v.9).
                       Noten cuántas veces Pablo menciona el nombre de Cristo en los versos 1-9.

¿Cómo pudo Pablo hablar en forma tan positiva?  Porque estaba seguro del llamado (la elección) de Dios en sus vidas (v.9; comparar v.24, 26-28).


Conclusión

¿Cómo podemos aplicar la manera pastoral en la cual Pablo prepara la Iglesia para recibir sus fuertes exhortaciones, en nuestro ministerio en la Iglesia?


1 CORINTIOS 1:10-17


Introducción

Habiendo saludado a la Iglesia, y habiendo dado gracias a Dios por los creyentes en Corinto, Pablo procede a tratar los problemas de la Iglesia.  Ellos le han planteado una serie de preguntas (ver 1 Cor 7:1); sin embargo, antes de tratar estos asuntos, Pablo tiene que tratar algunos problemas que los hermanos en Corinto no estaba tomando en serio (1 Cor 1-6).  El primero de ellos era el problema de las divisiones en la congregación (1 Cor 1:10).

Este era un asunto tan importante que Pablo dedica cuatro capítulos para tratarlo (1 Cor 1-4).  Primero describe el problema (1 Cor 1:10-17), y luego procede a dar una serie de enseñanzas, cuyo propósito era sanar las divisiones, y fomentar la unidad en la congregación.  Al tratar este asunto, Pablo nos da un tremendo modelo acerca de cómo resolver el problema de la falta de unidad en la iglesia.


1. La Causa de las Divisiones (v.12)

¿Qué estaba causando las divisiones en la Iglesia?    El ‘culto’ a la personalidad.   Tres personas, fuertes y muy diferentes, pasaron por Corinto:

i.                  Pablo – el fundador de la Iglesia.  Quedó un año y medio en la ciudad, fundando la iglesia en medio de un tremendo conflicto espiritual (Hch 18:5-11).   Por su valentía y trabajo (evangelístico y pastoral), se ganó un buen grupo de admiradores en la congregación.

ii.               Apolos – el predicador elocuente (ver Hch 18:24).   Llegó a Corinto, luego que Pablo haya dejado la ciudad (ver Hch 18:27 – 19:1).  Ganó una serie de admiradores, quienes dieron las espaldas a Pablo, considerándolo un predicador mediocre (ver 2 Cor 10:10; 11:6; comparar 1 Cor 2:1-4).

iii.            Pedro – el líder de la Iglesia en Jerusalén.  No sabemos cuando visitó la iglesia en Corinto, pero 1 Cor 9:5 parece indicar que sí lo hizo.  Él sería admirado por haber estado con Cristo desde el comienzo, por ser el líder de la Iglesia Apostólica, y por enfatizar las tradiciones judías.  Por estas razones, se ganó un grupo de admiradores en Corinto.

Cada uno de estos personajes tuvo un ministerio diferente, e impactó en diferentes maneras a la congregación.  Estos hombres no buscaron ganarse ‘seguidores’ en la Iglesia; pero la inmadurez de los hermanos (ver 1 Cor 3:1-4), les llevó a ‘pegarse’ a uno de estos tres líderes. 

Para colmo, otro grupo, fingiendo espiritualidad, dijeron ser simplemente seguidores de Cristo (1 Cor 1:12b).


¿Cuál era el problema?   Los creyentes en Corinto estaban exaltando a los hombres, en vez de exaltar a Dios.  ¿Era parte de su formación cultural griega?

2. Las Consecuencias de las Divisiones (v.10-11, 13a)

¿Por qué estaba Pablo tan preocupado?  Por varias razones:


a. Estas divisiones estaban formando ‘cismas’ en la Iglesia (v.10).  La palabra en griego significa ‘rajadura’ (ver Mat 9:16, “rotura”).  Esto era un mal testimonio ante la sociedad.


b. Estas divisiones producían “contiendas” (v.11) entre los hermanos.  El término en griego (‘eris’) apunta a una pugna fuerte, con heridas serias.  La vida de la Iglesia, lejos de ser edificante, estaba causando dolor y sufrimiento a los miembros.


c. Estas divisiones estaban rompiendo la unidad del cuerpo de Cristo (v.13a).  El verbo que Pablo usa significa ‘romper con el fin de repartir’.  Se usa en Marcos 6:41, de los panes y peces que fueron partidos, con el fin de alimentar a los 5,000.


Ante un mundo hostil, los creyentes en Corinto no podían darse el lujo de andar divididos entre ellos, peleando y lastimándose.  Por eso, la falta de unidad era un problema serio.


Reflexión: ¡Cuántas congregaciones son así!  Las divisiones y los pleitos entre los hermanos,
                   debilitan el cuerpo de Cristo, y generan un mal testimonio ante la sociedad.


3. La Curación de las Divisiones (v. 10, 13b-17)

Una cosa es ver el problema; otra es dar una solución al problema.  ¿Qué hizo Pablo?


a. Los Exhortó (v.10) – llamándoles a la unidad de pensamiento y criterio.

b. Se Humilló (v.13) – indicando que él no era nadie para estar ‘siguiendo’ (comparar 1 Cor 4:6, 9-13).

c. Los Instruyó (v.14-16) – haciéndoles recordar su práctica de no bautizar a nadie – justamente para evitar esta clase de problema.


Conclusión (v.17)

El siervo de Dios debe preocuparse mucho, por no fomentar el ‘culto a la personalidad’.  Su meta no es ganar un gran grupo de seguidores o admiradores; sino simplemente anunciar las buenas nuevas de Cristo.  Debe evitar a toda costa, cualquier actitud o comportamiento que podría fomentar divisiones en la Iglesia.
1 CORINTIOS 1:17-25


Introducción

Pablo ha expresado su profunda preocupación por las divisiones en la Iglesia (1 Cor 1:10-16).  Ahora procede a tratar este problema pastoralmente.  Lo que hace, es ir a la raíz del problema, que era el orgullo humano (que prevalecía en Corinto, y había entrado en la Iglesia).  Para dar solución a este problema, Pablo procede a demostrar que la actitud fundamental del creyente debe ser una de humildad y sencillez.  Si hubiera este espíritu entre los creyentes, no habría divisiones entre ellos. 

Pablo procura, en diferentes maneras, fomentar este espíritu de humildad entre los creyentes.  Lo hace hablando de:

i.                  La Cruz de Cristo (1 Cor 1:17-25)
ii.               La Doctrina de la Elección (1 Cor 1:26-31)
iii.            La Predicación del Evangelio (1 Cor 2:1-5)
iv.             La Revelación de Dios (1 Cor 2:6-13)
v.                La Condición del Hombre (1 Cor 2:14 – 3:4)
vi.             El Ministerio Cristiano (1 Cor 3:5-15)
vii.          El Cuidado del Templo (1 Cor 3:16-23)
viii.       La Evaluación de los Ministros (1 Cor 4:1-5)
ix.             El Modelo de Pablo (1 Cor 4:6-16)

Pablo termina esta sección con una advertencia final (1 Cor 4:17-21).

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